lunes, 24 de marzo de 2008

No hay nada mas terrible que discutir con tu madre,
a pesar de lo mal que te lleves con ella,
a pesar de que no hayas la hora para ganar un poco de dinero
y mandarte a cambiar.
Discutir con la madre, es cortarte con tu propio cuchillo
siento que pierdo lo poco de felicidad que me queda con cada contienda.
Gane o pierda no hay satisfacción por hilar buenos argumentos,
o un revanchismo tosudo para la proxima batalla.
Solo queda ese pesar de insolencia,
sus nervios esquizofrénicos que me sacan de quicio
y esa pena de haberme convertido en un pésimo hijo,
en lo que ella no quería que yo fuera cuando me imaginó,
en esos instantes en los cuales miraba su vientre joven.
Puede que suene muy pesimista, pero la verdad es que soy masosquista,
no veo un cambio a futuro.
vivir en constante conflicto o violencia
al final del día me mantiene vivo y me mata a la vez.
Tal cual soy, una contradicción.

2 comentarios:

Carlos Ferreira dijo...

NO sé tú Nacho, pero yo estoy empezando a creer en que todo es por algo. Creo que tu texto es fiel reflejo de lo que me pasa en estos últimos días. De verdad, es como si recién (después de 20 años) estuviera empezando a conocer a mi madre. Bueno, tampoco es tan terrible, pero de repente pienso que se pondrán así por una especie de revancha, por que somos el primer blanco, el que está más a la mano para desquitarse de un mal día, o un mal año.

En fin, al final del dia creo que es bueno contar hasta ochenta y dos, mirar hacia el cielo y asegurarse que sólo hay una. Pero puta que las queremos.

Me mandé con el feedback. Un abrazo grande chona, gran texto. Sacado con pinzas de tu guata.

Saludos de bien lejos, desde lo más profundo de mi jubilación.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

la madre. es otra persona?, hay un muro entre nuestras almas?